Introduccion

Los masajes eróticos son u universo que todos deberíamos conocer. ¿Por qué? Bueno, el placer que se obtiene con ellos de entrada ya es un buen argumento, Pero hay más. Los masajes eróticos representan una forma distinta de entender la sexualidad.

La sexualidad no es algo que se haya que reserva a la intimidad de la pareja, o a la soledad del single, ni siquiera es algo que deba quedar en privado. La sexualidad es algo que se puede compartir y que se puede disfrutar más allá de la puerta de la casa de una/a. Ser liberal en cierto modo es darse cuenta de que hay otras formas de disfrutar del cuerpo y de las posibilidades de cada uno y el masaje erótico en cierto modo también lo representa.

Los masajes eróticos tienen diferentes modalidades. Los hay receptores o interactivos, según si el cliente puede tocar o no a la masajista y según cuantas personas te lo hagan o las técnicas que usen.. Hablamos de uno u otro masaje. Por qué si vas por un masaje erótico y pides un cuerpo a cuerpo, tu satisfacción va a ser total.

Todo comienza poco a poco. La masajista va a recibirte en tanga en una habitación con tatami o cama, donde podrás vivir toda la sesión desde diferentes puntos de vista, sin perderte un detalle.

Inicia el masaje por los pies del cliente, masajeando con las manos. Después sube por las piernas y empieza a usar su cuerpo: aplica sus antebrazos y hace movimientos profundos, lentos, por las pernas y la espalda.

Después con el pecho desnudo empieza a hacer suaves caricias por el cuerpo del cliente, estimulando las zonas de placer, haciendo de la sesión una experiencia intensa en la que el cliente también puede acariciar el cuerpo de la masajista. Luego de todo ello el cliente/a se da la vuelta para que la masajista usa sus manos y su pecho para trabajar la parte de delante. El final es delicioso: un final feliz, que querrás disfruta.

Esto es un masaje erótico cuerpo a cuerpo. ¿Te lo vas a perder?